sábado, 28 de junio de 2014

Los Lazos que nos unen


Todas habéis oído la canción de la Tuna que habla de las cintas de la capa del tuno. Dicen que las chicas les regalan a los chicos, cintas de colores que son cosidas a su capa, y que cuantos más amores, más conquistas o más chicas conoce el tuno, más bonita luce la prenda y con más orgullo la lleva el tuno.
¿Qué pasaría si cada persona que conocemos, que nos deja huella de una u otra manera, nos regalara una cinta?  Y más aún, ¿Qué pasaría si esas cintas se unieran a nosotros con un lazo tan grande como la huella que nos dejaron?
Me imagino a mí misma con una bonita capa de tuno, con montones de cintas, unidas a ella con lazos pequeños o muy grandes, nuevos o antiguos, de todos los colores y tamaños, unas muy largas, que lleguen a los que están más lejos, otras muy cortas, las de los que están a mi lado; unas anchas, para que no se rompan, otras más estrechas... y , algunas rotas, deshilachadas ya, porque el trato acabó, o se truncó de alguna manera.
Hoy os quiero regalar una cinta, da igual el color y el tamaño... mis queridas Huellas, todas las que me seguís y a las que sigo, significáis algo para mi, y ese es el sentido de mi gesto, hay entre nosotras una lazo que nos une.
La que quiera que la tome, la que no... que sepa que yo se la di con el mismo cariño


miércoles, 25 de junio de 2014

Así comenzó todo...




Mi relación con las agujas ha ido creciendo lentamente , como toda buena relación. 
Siempre he disfrutado de ver la magia en las manos de mi yaya a través de las lanas. Me enseñó a tejer desde muy joven, pero las circunstancias de la vida me hicieron olvidarme de ese mundo, tenía que trabajar... (tengo la mala costumbre de comer todos los días, es un vicio que no me he podido quitar y para colmo, se lo he transmitido a mi familia...). 
Pero la vida me guardaba una sorpresa, y mi lado derecho perdió su habitual fuerza y sensibilidad. Soy una persona que no se rinde fácilmente, por lo que me propuse seguir al pie de la letra las órdenes del doctor. ¡Qué aburrimiento pasar lentejas, de una en una, de un plato a otro!

Retomé primero las agujas de tejer, las más gruesas que podía manejar y un ovillo de lana, no me propuse hacer nada en concreto, sólo quería mover las manos. Conseguí hacer un " cuello de pompones de terciopelo"  primer triunfo. 
Aquí os dejo el resultado , junto a un  besito relleno de dulce, como suelo dejar a mis Huellas. 

lunes, 23 de junio de 2014

Dejando mi primera Huella



Hola amigas, este es mi nuevo espacio para enseñar las labores que estoy haciendo, a veces sola, a veces en compañía del grupo al que pertenezco Las Princesas de los Hilos. 
Intentaré contar curiosidades, labores de otras artesanas, y cualquier cosa que podamos realizar con Hilos, Lanas, Cintas, Botones, etc... Espero vuestros comentarios  y aportaciones.

Tania